GUÍA PARA ELEGIR EL MEJOR VASO SEGÚN EL TIPO DE CERVEZA
¿En qué vaso te tienes que tomar tu cerveza favorita?
Sin embargo, nos vemos en la obligación de advertirte que lo ideal es que la bebas en un vaso o una copa. ¿Por qué? Te damos tres razones:
- Servir la cerveza hace que esta pierda dióxido de carbono y así evitaremos la sensación de hinchazón en el estómago.
- Lograremos que los aromas se volaticen y así podamos apreciarlos con mayor facilidad.
- Al beberla en un vaso o copa, la cerveza no se agita como cuando la tomas de una botella, es más fácil controlar la cantidad que vamos ingiriendo, reteniéndola más tiempo en el paladar y siendo así más sencilla y placentera su degustación.
Aclarado este punto, pasemos al meollo de la cuestión: ¿cómo elegir qué recipiente es el más adecuado para la cerveza que estás a punto de disfrutar? No te aseguramos que acertar con el vaso perfecto vaya a multiplicar por un millón tu experiencia cervecera, pero sí que hará que le saques el máximo placer. Si todavía no eres un experto en los estilos cerveceros y se te escapan conceptos como Stouts, Saisons, Porters, Pilsener…, te aconsejamos que antes eches un vistazo a este breve manual de estilos de cerveza para principiantes. ¡Vamos a ello!
TIPOS DE VASOS PARA CERVEZA
Las cervezas lager, las bock o la pilsener checa van de lujo en el humilde y clásico vaso de tubo que aún seguimos viendo en las bares de toda la vida. Su forma destaca el brillo de la cerveza, facilita la formación de espuma de la cerveza, potencia la malta y el lúpulo y concentra el sabor.
Además, todo tipo de lager y pilsener encontrarán un buen hogar también en el vaso pilsen, un gran aliado para tomar diferentes tipos de cervezas suaves y ligeras, ya que su forma cónica no deja escapar la carbonatación, permite retener la espuma y ayuda a disfrutar de la claridad y los colores
Si eres fan de las cervezas de trigo, tu elección debe ser el vaso weizen (‘trigo’ en alemán). Su forma alargada atrapa los aromas florales y cítricos y permite, al beber, la formación de un espacio de aire en la curvatura superior que potencia los agradables aromas característicos de la levadura de trigo.
Las cervezas intensas y muy aromáticas como las de abadía van perfectas en una copa cáliz, como el Santo Grial. Este tipo de recipiente de boca muy ancha, gruesa y con una base fuerte permite la creación de una capa de espuma gruesa por encima del borde, que a su vez crea una corriente de burbujas, permitiendo apreciar todas las virtudes de la cerveza.
Si te van las cervezas de la Pérfida Albión como la cerveza ale, la porter o la stout por supuesto debes optar por el vaso de pinta. Su forma de cono invertido con un ensanchamiento cerca del borde permite la formación de una espuma cremosa, que tiene efectos contrarios en otros tipos de cervezas. Una variante es el vaso de pinta irlandesa, adecuado para la irish stout o la irish ale.
Para las cervezas belgas, la imperial stout o las cervezas de fruta, lo mejor es usar una copa snifter, ideal para birras con cuerpo y más volumen de alcohol. Su amplia superficie inferior redondeada está diseñada para aumentar la transferencia de calor de la mano y la parte superior se estrecha hacia adentro para potenciar y capturar los aromas. Y sí, si no tienes una a mano, puedes usar la misma en la que te sirves los gin-tonics.
Y si te apetece una cerveza IPA, como por ejemplo la deliciosa Ambar IPA, es fácil que recuerdes qué vaso es el adecuado, ya que se llama vaso IPA. Su base cuenta con una serie de bordes curvos que permiten airear la cerveza adecuadamente, una parte alta de borde cóncavo para capturar bien los aromas y un cuerpo delgado que mantiene más tiempo la temperatura óptima de la cerveza.