Desde 1900
Como cerveceros la fábrica es el corazón de nuestra actividad. Con el siglo XX nacía en el barrio zaragozano de San José la que entonces se denominó Fábrica de Cerveza, Malta y Hielo. Más de 120 años después, la fábrica de La Zaragozana es uno de los últimos resquicios del patrimonio industrial aragonés.
Un espacio para disfrutar de experiencias en torno a nuestra historia, proceso de elaboración de la cerveza y, por supuesto, el resultado final de esta bebida
Si la colocación de los ladrillos en 1900 corrió a cargo de Mayandía, las ampliaciones de Mantecón, Borobio y Beltrán dejaron La Fábrica de San José, ya absorbida por el urbanismo de la ciudad, al límite de su capacidad.
1.
Maltería
La maltería de Ambar es original de los años 30 y se estructura en cuatro plantas. Nos permite conservar íntegro el proceso de elaboración tradicional de la cerveza. Desde que el cereal viene del campo hasta que embotellamos la cerveza.
La maltería cuenta con máquinas de madera originales de principios del siglo pasado que trabajan a pleno rendimiento. Es un proceso en el que se germina el cereal, se seca y se tuesta. Un paso imprescindible para que la cebada adquiera las características necesarias para su posterior cocción. Una vez malteada la cebada, se procede a su limpieza, eliminando raíces y dejando los granos limpios y listos para pasar a la sala de cocidas.
2.
Sala de cocidas
La sala de cocidas
es la cocina del
maestro cervecero
En las calderas se lleva a cabo la cocción de los granos limpios de cebada malteada para obtener el caldo al que se añadirá el lúpulo. La adición del lúpulo sirve para aumentar el aroma, el sabor y, especialmente, el amargor de la cerveza.
La sala de cocidas
es la cocina del
maestro cervecero
La sala de cocidas es la cocina del maestro cervecero. Es donde pone en marcha las recetas combinando los distintos ingredientes. Las nuestras, la original con calderas de cobre, ya en desuso, y la nueva, de acero inoxidable, se pueden localizar enfrentadas. Cada una mira a la otra, espejos del trabajo de las once generaciones de maestros que han mantenido la viva esencia de Cervezas Ambar.
En las calderas se lleva a cabo la cocción de los granos limpios de cebada malteada para obtener el caldo al que se añadirá el lúpulo. La adición del lúpulo sirve para aumentar el aroma, el sabor y, especialmente, el amargor de la cerveza.
3.
Fermentación
Aquí es donde sucede la magia, gracias a la labor de la levadura el mosto se transforma en cerveza. Podemos fermentar en la sala de tinos abiertos o en cerrado en los tanques verticales de fermentación.
Nuestra sala de tinos abiertos es una auténtica joya de la cervecería. No hay otra igual en nuestro país. Se trata del único lugar donde se puede ver cómo trabaja la levadura.
Nuestros tinos abiertos nos permiten experimentar y trabajar en nuevas variedades y propuestas, como las de nuestra colección Ambiciosas.
4.
Bodega
Una vez que las levaduras han hecho su trabajo transformando el mosto en cerveza, tendremos un líquido al que los cerveceros llamamos cerveza verde. Entonces pasa a las bodegas, allí, a cero grados y en completa oscuridad, la maduración de nuestras cervezas ronda aproximadamente el mes. Y es aquí, solo dejando pasar el tiempo, donde se clarifica, se atenúa, se afina el gusto, y el aroma.
5.
Envasado
La planta de envasado se encuentra en la fábrica de Ambar fuera de nuestras
instalaciones históricas. Pasar de una a la otra es como hacer un viaje en el tiempo. Si la cerveza se elabora de manera pausada, respetando los tiempos y los procesos más tradicionales, en la planta de envasado impera un ritmo vertiginoso
capitaneado por ágiles brazos mecánicos, y modernas cintas que transportan nuestras cervezas.
Una vez hemos terminado
el proceso de elaboración
de la cerveza toca la
mejor parte, catarla.
Visítanos
Esta fábrica respira nuestra historia. Más de 120 años haciendo cerveza en el mismo recinto original… ¿cómo no íbamos a abrir nuestras puertas y compartir este tesoro con todo aquel que quiera? Muchos han sido los curiosos cerveceros, amantes de esta bebida, los que han venido a visitarnos y si tú todavía nos has venido ¡no sabemos a qué esperas!