Cómo hacer una cata de cerveza en casa
Sorprende a los tuyos con una cata de cerveza casera.
¿Tienes la ilusión de montar una cata de cerveza en casa pero sientes que es algo que solo está al alcance de expertos y maestros cerveceros con bigotes de hípster y años de experiencia? ¡Nada más lejos de la realidad! Organizar catas de cerveza es una actividad que cualquiera puede hacer. Los únicos requisitos son que te guste la birra y sentir curiosidad por descubrir lo que hay más allá de la clásica cerveza rubia de toda la vida.
Qué es una cata de cerveza
Las catas no son solo para los vinos. La cerveza tiene una variedad enorme de estilos: cerveza IPA, stout, cerveza pilsen, saison, sour… y cada uno de estos tiene su historia y su personalidad. Por no hablar de la creatividad a la hora de elegir los ingredientes de la cerveza extra y que le aportan a cada cerveza un matiz único e irrepetible. Con una buena cata aprendes a reconocer qué te gusta y por qué.
Una cata de cerveza es beber con conciencia, con los cinco sentidos, con el objetivo de identificar y disfrutar los matices de cada uno de los estilos de cerveza: el color, el aroma, el sabor, el cuerpo y ese final que te deja cada trago.
Aspectos básicos para catar una cerveza
Hay un pequeño ritual detrás que te ayuda a entender mejor lo que estás bebiendo. No necesitas ser un experto, solo tener ganas de probar con atención. Aquí van los pasos básicos:
- Mira antes de beber: Sí, lo primero es verla. Fíjate en el color de la cerveza (¿es clara como una lager o más oscura como una stout?), la espuma de cerveza (¿aguanta o desaparece en dos segundos?) y si está turbia o cristalina. Todo eso te da pistas sobre el estilo y cómo fue hecha.
- Huele con calma: Acerca la nariz y respira por la nariz (obvio, ¿no?). ¿Qué notas? ¿Algo frutal, floral, a pan, a café, a cítricos? El aroma de la cerveza dice mucho sobre los ingredientes y el tipo.
- Ahora sí, prueba: Toma un buen trago y deja que recorra la boca. ¿Es dulce? ¿Amarga? ¿Ácida? ¿Tiene cuerpo o es como agua con gas? La clave está en notar el equilibrio entre los sabores. A veces empieza suave y luego te golpea con amargor, o al revés. Todos esos detalles deberás tenerlos en cuenta.
- Fíjate en el final: Después de tragar, ¿qué queda en la boca? Eso es el retrogusto. Algunas cervezas desaparecen sin dejar rastro, otras te dejan un amargor que se queda un rato contigo. Hay finales secos, dulces, ahumados, y todo eso también cuenta.
Cómo hacer una cata de cerveza en casa
Vale, vamos al grano: ¿cómo hacer una cata de cerveza en casa? Pues con algo de planificación y muchas ganas de pasarlo bien. Aquí te dejamos una guía paso a paso para que puedas organizarla como un auténtico profesional y sin necesidad de tener un bar en casa:
- Elige las cervezas: Selecciona entre 4 y 6 estilos distintos. No hace falta que sean rarezas, pero sí que tengan diferencias claras: una IPA, una lager, una porter, etc. También puedes elegir cervezas llamativas, con buena presentación o de ediciones especiales. Lo más importante es que te asegures de que hay variedad y contraste en tu selección.
- Organiza el orden de cata: Te recomendamos organizarla en orden de menos a más intensidad. Empieza por las más suaves y acaba con las más potentes o amargas. Si haces lo contrario, te cargarás el paladar de tus invitados en la primera ronda.
- Sirve las cantidades adecuadas: Como ya hemos comentado, una cata no consiste simplemente en beberse un vaso de cerveza detrás de otro. De hecho no hace falta llenar el vaso. Piensa que vais a probar por lo menos cuatro cervezas distintas. Un tercio o la mitad es más que suficiente. Recuerda que no es una maratón de beber, es una experiencia.
- Acompaña con algo de comer: Pan, frutos secos neutros, quesos suaves… Algo que limpie el paladar entre una y otra. Evita sabores intensos que le roben protagonismo a la cerveza.
Consejos prácticos para una cata de cerveza en casa
Las ganas de aprender y de probar cosas nuevas en el mundillo cervecil cada vez son mayores, así que sea cual sea el caso te animamos a tener en cuenta estos cuatro consejos básicos a la hora de catar una cerveza.
- No dejes que la etiqueta te predisponga: El contenedor es importante, sí, pero a la hora de probarla, trata de abstraerte. Lo importante está en el interior. Cierra los ojos si hace falta.
- No vayas directo al trago: Contén las ganas de llevártela a la boca. Toda cata de cervezas cuenta con una fase visual y olfativa previa a la degustación. Aquí ya obtenemos muchísima información. Mira el color, la turbidez, la espuma. Huele. De verdad, huele bien. A veces ya puedes adivinar lo que viene.
- Respeta la temperatura: Cada cerveza tiene su punto. En general, las claras van frías, las oscuras un poco menos. Pero lo mejor es mirar las recomendaciones de cada cervecera. Si quieres sacar todo el potencial, no te lo saltes.
- El vaso importa: En casa igual no tienes 10 tipos de copas diferentes, pero haz lo que puedas. Un vaso con boca estrecha ayuda a conservar la espuma y concentra los aromas. Evita vasos de plástico o tazas, por favor.
Hacer una cata de cervezas en casa es una forma diferente de pasar una tarde con amigos, de aprender a valorar lo que bebes y, sobre todo, de disfrutar. No necesitas un máster, solo un poco de curiosidad. Y no olvides que si quieres hacer una cata profesional antes de organizar una en tu casa para tener por lo menos una referencia que seguir, puedes acudir a una cata de cervezas Ambar con tus amigos y personas favoritas.