Los cereales de la cerveza
¿De qué cereales se puede hacer la cerveza?
No solo de pan vive el hombre, y no solo de cebada vive el cervecero. Como ya sabes, la elaboración de la cerveza es un proceso complejo y largo pero sus ingredientes son bastante sencillos. La malta de cerveza se obtiene de los cereales, comúnmente, de la cebada. Sin embargo, este no es el único cereal con el que es posible elaborar cerveza.
La cerveza de cebada no siempre ha sido la protagonista. Dependiendo de la zona del mundo, de la tradición cultural o incluso de las particularidades de distintos periodos históricos, se utilizaron diferentes granos y maltas de cereales para cerveza.
Hoy, te contamos la historia de otros cereales de la cerveza que logran que este mundillo cervecero sea mucho más variopinto y divertido.
Los distintos cereales de la cerveza
Si quieres hacer cerveza artesanal de forma distinta o si quieres experimentar nuevos sabores y texturas, no hay nada como empezar por cervezas de distintos cereales. Es más, algunos estilos de cerveza pueden incluso mezclar maltas de varios cereales para conseguir el efecto deseado.
Estos son los cereales más populares para elaborar cervezas:
Cerveza de trigo
Fue de los primeros cereales en dar vida a la cerveza. De hecho, las cervezas de trigo llegaron a estar tan de moda en el siglo XV que no había suficiente cereal para hacer cerveza y pan.
Por ese (entre otros motivos), en 1516 surgió la ley de pureza alemana, Reinheitsgebot, por la que solo podía elaborarse cerveza con cebada, lúpulo y agua (si todavía no sabes qué es el lúpulo, date una vuelta por otros artículos de este blog para descubrirlo). Pero tranquilos: para alivio de los cerveceros, hoy en día podemos elaborar y disfrutar sin restricciones de cervezas con malta de trigo, como una de nuestras cervezas históricas de Ambar, Ambar Caesaraugusta.
Avena para hacer cerveza
Que si galletas, que si gachas, que si muesli… Las recetas con avena están más de moda que nunca. Pero no todos saben que es uno de los cereales más cerveceros que existen. Ejemplo de ello son las cervezas negras de avena, típicas de Inglaterra, el único lugar donde quedan malterías que trabajen este cereal de Europa.
Justo de ahí proceden las maltas utilizadas para la elaboración de Ambar Avena. Una propuesta antagónica del uso del cereal que, en esta ocasión, nos ha servido para dar sedosidad y cuerpo en una cerveza en la que el protagonismo se lo llevan los lúpulos nobles.
Cervezas de centeno
Este antiquísimo cereal se utiliza para elaborar aguardiente, vodka e incluso whiskey. Pero pocos lo relacionan con la cervecería actual. Caído en desuso por su dureza y porque es algo complicado de trabajar, el centeno es también un cereal de la cerveza muy digno y aporta un sabor y textura muy pero que muy interesantes.
Ejemplo de ello fue nuestra segunda Ambiciosa, Ambar Centeno. Una de las favoritas de nuestro maestro cervecero, que desarrolló una nueva técnica para convertir este cereal tan rudo en la base aterciopelada perfecta. Una edición limitada que nos seguís pidiendo… y que quién sabe si un día de estos vuelve.
Sorgo, cereales de la cerveza africana
Como podrás imaginar, en los bosques tropicales del centro de África no es muy común encontrar gran variedad de cereales, pero sí sorgo. Esta curiosa especie, resistente a la sequía, se utiliza para la producción de Pombe, una cerveza elaborada a partir de la pulpa de plátanos verdes.
Cervezas de mijo
Este cereal es, junto al sorgo, un ingrediente muy común en las cervezas africanas como, por ejemplo, el Dolo. Y no es que a los africanos les desagrade la malta de cebada. A finales de los años 80, se prohibió la importación de cebada en Nigeria, lo que no impidió el afán de los cerveceros, que impulsaron bebidas de malta con este raro cereal. Al parecer gustó tanto que, tanto el sorgo como el mijo, siguen dando cerveza a día de hoy a toda África.
Elaborar cerveza de maíz
¿Cerveza de maíz? Sí. ¿Por qué no? Al igual que el resto de los cereales, es posible maltear el maíz, aunque de una manera algo más laboriosa. De hecho, la chicha de Jora, elaborada con maíz malteado, es la cerveza más antigua de Iberoamérica. Esta bebida, favorita de la nobleza inca, a día de hoy se sigue bebiendo en países como Perú, Bolivia y Ecuador.
¿Cerveza de arroz o sake?
Como ya sabrás, durante el proceso de malteado «engañamos» al cereal para que germine, manteniéndolo en remojo durante días, para después airearlo, secarlo y tostarlo, obteniendo así nuestra malta. Sin embargo, no a todos los cereales les sienta bien este proceso. En el caso del arroz, por ejemplo, no germina cuando se mantiene sumergido en agua. De hecho, se muere. Por ello, es necesario trabajar con él mediante cocción y el uso de hongos, para conseguir enzimas que más tarde lleven a cabo la fermentación. Es así como podemos elaborar sake… pero no cerveza propiamente dicha. Aunque esto ya es otra larga historia que podría dar para una intensa sesión de debate cervecero… y otro post.
A nosotros nos parece que es una maravilla disponer de tantas opciones a la hora de elaborar cervezas y poder disfrutar de tantos sabores tan diversos. ¿Qué cereales de la cerveza has probado?