LA GUERRA POR CONSEGUIR LA CERVEZA MÁS POTENTE DEL MUNDO
¿Sabes cuál es la cerveza con más graduación alcohólica?
La guerra más corta de la historia fue un conflicto militar entre Reino Unido y Zanzíbar el 27 de agosto de 1896, que duró nada menos que 38 largos minutos. Y aun así, es más fácil que hayas oído hablar más de ella que de la curiosa batalla que protagoniza hoy este artículo.
Te ponemos en antecedentes. Hace poco más de una década, un puñado de cerveceras comenzaron a disputarse ferozmente el honor de ser los fabricantes de la cerveza con más graduación del mundo. Por supuesto para lograrlo, los contendientes fueron de lo más creativo… Ya te hemos contado algunos de los records Guinness relacionados con la cerveza, pero esta guerra merece ser conocida. Esta es la historia de cómo ocurrió todo.
Schorschbräu, una cervecera alemana que ya tenía fama de rebasar todos los límites a la hora de elaborar cervezas de trigo y bocks, decidió por su cuenta y riesgo que debían ser ellos los que batieran el récord de la cerveza más fuerte del mundo. Y así, en diciembre de 2008, lanzaron la Schorschbock 31, que como su propio nombre indica, tenía unos apabullantes 31º grados de alcohol. Para que te hagas una idea, una Ambar Export con tres maltas, ‘solo’ llega a los 7º.
Tuvo que transcurrir casi un año hasta que en noviembre de 2009, los escoceses de BrewDog decidieran que ya era hora de entrar en la guerra. Su respuesta fue crear la Tactical Nuclear Penguin (fenomenal nombre, si nos preguntas) una imperial stout de 32º. Su truco fue envejecer la cerveza durante un año en barriles de roble a temperaturas bajo cero para subir la graduación.
Pero su alegría no duraría. A finales de ese año, una pequeña cervecera italiana llamada Revelation Cat tomó la delantera con una cerveza llamada Freeze the Penguin (y dale con los pingüinos) que llegó a los 35º… para ser destronada inmediatamente por nuestros viejos amigos de Schorschbräu, con una nueva versión de su Schorschbock que puso el listón en 40º.
Ahora Ambar 10, con 10 grados de alcohol, ya no os parece tan heavy, ¿verdad?
BrewDog dio un puñetazo en la mesa en febrero de 2010. Los escoceses pusieron a la venta una súper birra llamada Sink the Bismarck (en referencia al célebre acorazado alemán de la segunda guerra mundial) que con 41º fue todo un torpedo en la línea de flotación de sus rivales teutones.
Pero Schorschbräu no se iba a rendir tan fácilmente y en mayo lograron alcanzar unos muy potentes 43º con su Schorschbock para recuperar el trofeo de campeón.
Obviamente en Escocia no iban a darse tampoco por vencidos. ¿Y qué hicieron? Crear una de las cervezas más épicas de la historia: la End of History. No solo tenía unos alucinantes 55º sino que cada botella se introdujo –en un alarde quizá de mal gusto– dentro de una ardilla disecada. Y se vendieron a mil dólares cada una.
Uno podría pensar que tras una cerveza llamada ‘El fin de la historia’, este sería en efecto el fin de esta historia. Pero se equivocaría. Porque solo una semana después, apareció en escena un nuevo competidor
Los holandeses Brouwerij ‘t Koelschip tomaron la delantera con la Start the Future, de 60º. Aunque hay que reconocer que hicieron un poco de trampa ya que en realidad la receta contenía whisky.
BrewDog, tras la extravagancia de la ardilla, abandonó la batalla mientras que Schorschbräu, en octubre de 2011, hizo un último esfuerzo desarrollando la Schorschbock 57 finis coronat opus, una edición limitada que llegó hasta los 57,5º.
Y cuando las hostilidades cerveceras parecían ya en el olvido, Brewmeister, otra cervecera escocesa, sorprendió a propios y extraños con Armageddon, de 65º. No contentos con esa marca, ellos mismos crearían, en octubre de 2013, la Snake Venom (veneno de serpiente), que con 67,5º ostenta imbatida de momento el título de Cerveza Más Fuerte del Mundo.
Y tú, ¿te atreverías a probarla?