CERVEZAS DE NAVIDAD Y OTRAS PROPUESTAS CERVECERAS INVERNALES
¿Quién dijo que las cervezas son solo para el verano?
Para entrar en materia, primero debemos hablar del solsticio de invierno. El solsticio de invierno, coincide con el instante en el que la posición del Sol bla, bla, bla. Vamos, el momento del año en el que los días dejan de acortarse para volver a ser de nuevo más largos.
Una fecha aparentemente normal que, sin embargo, ha marcado el origen de muchas tradiciones y festividades a lo largo de la historia y del mundo. Y en todas ellas, al menos en la gran mayoría, siempre ha habido (por lo menos) una cerveza de por medio.
En las antiguas civilizaciones ya se elaboraba cerveza de una manera especial con motivo del solsticio de invierno. Además, esta época del año era momento de celebración ya que la cosecha estaba fermentada y lista para beber. Sin duda, y desde siempre, cualquier excusa ha sido buena para brindar.
En la Edad Media, en los monasterios de Europa se celebraba el nacimiento de Jesús brindando con cerveza, pero no cualquier cerveza. Dependiendo de a quién iba destinada se ofrecía la prima melior (o lo que es lo mismo: la mejor), una cerveza más fuerte de lo habitual que se reservaba al abad y a los invitados más importante. La secunda, para los trabajadores del monasterio, y la tertia, la última y más suave de todas, que se ofrecía a hermanos y peregrinos durante estas fechas.
Ya en el siglo XIX, en plena era industrial, eran muchos los que (muy a su pesar) tenían que trabajar en Navidad. Un fastidio que, en Londres, las fábricas intentaban compensar con cerveza navideña gratis para sus trabajadores: las Winter Warmer Ales. Una tradición que, 200 años más tarde se mantiene. No es un día libre, pero… es cerveza, ¡CERVEZA GRATIS! Oye, tampoco está nada mal.
También en Austria se preparaba (y se sigue preparando) una cerveza con motivo de la Navidad: la Samichlaus, sin duda una de las más conocidas entre las cervezas de invierno. Esta antiquísima receta se elabora el día de San Nicolás (6 de diciembre) cada año y se deja madurar unos 10 meses, para lanzarla durante la Navidad del año siguiente. Son muchos, no solo los más pequeños, los que cuentan los días que faltan hasta Navidad.
Y a propósito de los más pequeños de la casa, ¿sabías que un poco más al norte, en Suecia, desde 1910 los niños beben Julmust? Tranquilidad, no es «cerveza». Se trata de una bebida navideña, sin alcohol, elaborada con lúpulo, extracto de malta, azúcar y especias. Los suecos la inventaron en 1910 como alternativa infantil a la cerveza.