AMBAR ROJA, LA CUARTA CERVEZA DE AMBICIOSAS.
Cerveza de tipo lámbico, con cereza ácida
Entre cerveza y cereza solo se interponía una V. Sonaban casi igual, pero cuando uno pensaba en ellas, sabían muy diferentes. Pero eso era antes. Hoy entre cereza y cerveza hay un tapón, el de la botella de Ambar Roja, la última creación Ambiciosa de Antonio Fumanal y su equipo.
Quienes conocen la colección, nos consta que va sumando adeptos, ya saben que nos gusta arriesgar en los conceptos cerveceros: ingredientes inesperados, materias primas en desuso, fermentaciones descontroladas… Esta roja, de nombre, color, y por qué no carácter, lo tiene casi todo.
Es una cerveza que nace de dos, una fermentada con levadura salvaje, potente y oscura y otra más clara y suave y de perfil menos amargo. La combinación junto a la cereza ácida es inesperada, fresca, divertida y equilibrada. Dulce, ácida y amarga, la complejidad gustativa llama tanto la atención como su color.
Emparenta con las lámbicas de manera irrefutable, por su fermentación, por el uso de la fruta y porque en apariencia, en sabor y en aromas nos conduce irremediablemente hasta Bélgica. Pero es un viaje de ida y vuelta. Para un purista nunca sería una lambic. Nosotros de aquello tenemos poco y los registros encorsetados nos gustan para salirnos de ellos. Con 6,7º grados de alcohol es cerveza y es cereza, y marida de lujo con lácteos y postres varios. Porque hay cervezas que abren bien una comida, otras que la acompañan y esta, amigos cerveceros, es de las que ponen la guinda.